En una mudanza, una caja de mi archivo de diapositivas se quedó olvidada en el sótano del estudio. Años más tarde, al intentar recuperar las fotografías, descubrí que la humedad había originado un ecosistema de hongos y bacterias que habían descompuesto las capas de la emulsión fotográfica. Los colores estaban distorsionados y las formas se habían desvanecido. La vida que había fotografiado en el pasado se había transformado en una nueva.